«Si juegas a un toque, eres el mejor mediocentro del mundo. Si juegas a dos, eres muy bueno. Y si juegas a tres, eres un futbolista discreto», cuentan que Sergio Busquets escuchó de Pep Guardiola, quien lo moldeó y dio al español la oportunidad de debutar en 2008 en Barcelona, del que acaba de marcharse tras 15 gloriosas temporadas para emprender la aventura de volver a jugar al lado del argentino Lionel Messi en Inter Miami CF.
Guardiola, endosando a Busquets el consejo que él mismo había recibido años atrás y en el mismo vestuario del neerlandés Johan Cruyff, acertó con creces en su visión, ya que el nacido hace 35 años en Sabadell se transformó con el tiempo en un lugarteniente esencial del equipo catalán, con el que se cansó de dar vueltas olímpicas.
Si algo ha caracterizado a Busquets durante su trayectoria ha sido su veloz distribución del balón -a un toque, como le sugirió su principal mentor- y su monumental capacidad para las coberturas defensivas en un club cuyos equipos hacen un culto del juego ofensivo y del respeto por la pelota. Ha sido el futbolista táctico e inteligente que todo entrenador sueña tener para dar equilibrio a su estructura colectiva.
«Busi», como lo apodan, creció en el municipio catalán de Badía del Vallés y pasó por Unión de Fútbol Barberá, Unió Esportiva Lleida y Jabac de Terrassa antes de unirse en 2005 a las filas de Barcelona, equipo en el que su padre, Carlos Busquets, había sido arquero durante el mandato de Cruyff.
El 13 de septiembre de 2008 Guardiola lo hizo debutar en la segunda jornada de la Liga española ante Racing de Santander y desde aquel entonces su nombre se hizo casi inamovible en los equipos de Barcelona que, de la mano de Messi y de otras extraordinarias figuras, marcaron época en el fútbol del mundo.
El centrocampista se adjudicó 32 títulos con Barcelona y dos con la selección española.
«Si tuviera que reencarnarme en un jugador, elegiría a Busquets», lo elogió una vez Vicente Del Bosque, quien en 2009 lo convocó a la selección española que, un año después, ganaría su primer y único título mundial en Sudáfrica. «Nunca nos creó un problema. Fue generoso, estudiaba el partido, tenía un juego a uno o dos toques perfecto y se sentía muy cómodo», contó el salmantino.
«Fue uno de nuestros héroes en el Mundial. Su modelo no es fácil de reproducir. Vi a Pirri, que era un extraordinario jugador, y también a Fernando Hierro. Pero creo que Sergio es el ejemplo a imitar», comentó el exseleccionador de España.
La carrera de Sergio Busquets está empapada de éxitos. Sus números no mienten y son elocuentes. El centrocampista acaba de dejar a Barcelona, en el que fue capitán tras la ida de Messi al francés PSG (2021), con 722 partidos, 18 goles, 23 títulos nacionales -entre ellos, 15 Ligas- y nueve internacionales. «Ha sido un honor, un orgullo y un sueño vestir tantos años el escudo blaugrana», dijo en su adiós al equipo culé.
«Me ha impresionado Inter Miami CF cuando el año pasado vine con Barcelona. Estoy feliz y listo para representar al club. Esta es una oportunidad muy especial que estoy emocionado de aprovechar. Vengo a ayudar a que la franquicia consiga los objetivos que se propone», aseguró este domingo al ser presentado en una fiesta organizada en el DRV PNK Stadium, en Fort Lauderdale, con «Leo» Messi como figura estelar de la noche.
«Hay equipos que juegan a dos o tres toques. Barcelona juega a uno y Sergio Busquets, a medio», redobló la apuesta Xavi Hernández, su excompañero y exentrenador en el club que no olvidará a su magnífico mediocentro de los últimos 15 años. Lo esperan el astro argentino y la Major League Soccer (MLS), que suma a su competición de 2023 a un futbolista que, como Messi y su compatriota Thiago Almada (Atlanta United FC), saben de lo que se trata ganar un título del mundo.