No resulta sencillo definir con pocas palabras a uno de los dueños de Inter Miami CF, el inglés David Beckham, un multifacético personaje que accedió al reconocimiento popular como futbolista y multiplicó por diez su fama como filántropo, ícono del mundo de la moda y astuto empresario del deporte rey.
David Robert Joseph Beckham nació hace 48 años en un barrio londinense de clase obrera y a los 17 debutó en el primer equipo de Manchester United de la mano de quien sería su padre futbolístico, Alex Ferguson, que vio en el joven a un jugador técnico, elegante y de exquisita pegada, especialmente en el lanzamiento de tiros libres.
Con los «Diablos rojos», el centrocampista ganó una docena de títulos, entre ellos, seis de la Premier League, uno de la UEFA Champions League y otro del Mundial de Clubes, y se convirtió en uno de los líderes de un equipo que a finales del siglo pasado y comienzos del actual ostentaba un poderío casi hegemónico en el fútbol inglés.
A los 21 años se estrenó en la selección de su país, con la que jugó tres Mundiales (Francia 1998, Corea y Japón 2002, y Alemania 2006) y dos Eurocopas (Países Bajos y Bélgica 2000, y Portugal 2004), además de firmar 18 goles en 115 presencias, 10 menos que el arquero Peter Shilton, que tiene el récord de partidos jugados con el representativo de Inglaterra.
Los 18 goles de Beckham con la camiseta de la selección inglesa.
Su actuación determinante en Manchester United llevó a que los españoles Real Madrid y Barcelona se pelearan por ficharlo, objetivo que logró en 2003 Florentino Pérez, presidente del club merengue, a cambio de 35 millones de euros.
Apenas llegada su nueva estrella, el equipo madrileño ganó la Supercopa de España y posteriormente tuvo una sequía de títulos de cuatro años, que se quebró con la conquista de la Liga 2006-2007, en la que el futbolista inglés tuvo una destacada actuación sobre el final de la campaña, ya que el técnico italiano Fabio Capello no lo tuvo muy en cuenta al principio.
Entre 2007 y 2013, el año de su retiro, Beckham vistió otras tres camisetas, la de Los Angeles Galaxy, la del italiano Milan y la del francés PSG.
Su arribo al conjunto angelino como «jugador franquicia» dio un impulso significativo a la Major League Soccer (MLS), aunque el centrocampista fue cedido en 2008 y 2010 a Milan. Ese último año, una rotura del tendón de Aquiles impidió al inglés disputar el Mundial de Sudáfrica.
Superada esa lesión, se reincorporó a las filas de Los Angeles Galaxy, con el que obtuvo posteriormente dos títulos de la MLS (2011 y 2012). En enero de 2013 anunció otro regreso a Europa para jugar en PSG y ganar la Liga francesa, apenas antes de anunciar su retiro en mayo de ese año.
Beckham no solo fue un talentoso jugador de fútbol, sino que también se convirtió en un referente de la moda. En esa transición tuvo mucho que ver la exintegrante del grupo de música pop británico Spice Girls Victoria Adams, su esposa desde 1999 y madre de sus cuatro hijos.
Su influencia en la cultura popular se hizo evidente cuando su estilo se volvió tendencia en todo el mundo. David Beckham fue portada de revistas y se transformó en embajador de reconocidas marcas.
Pero su impacto no se limita al deporte y los negocios. Él y su esposa han sido defensores de diversas causas humanitarias. Ambos se han asociado con la ONU en la lucha contra la malaria y han realizado numerosas visitas a países en desarrollo para concienciar sobre la importancia de la educación y la igualdad de género. Su compromiso, incluso, ha sido reconocido con premios y distinciones en todo el mundo.
Además de su éxito en el campo de juego y en la moda, Beckham también ha demostrado ser un hábil empresario. Ha lanzado su propia línea de ropa y fragancias, y ha incursionado en el mundo de las inversiones, con ganancias incluso superiores a las que logró como futbolista.
En 2014 la MLS anunció que el inglés y un grupo de inversores serían los propietarios de un equipo en expansión en Miami. Finalmente, en 2018 se oficializó la creación de Inter Miami CF, en sociedad con los empresarios estadounidenses Jorge y José Mas, hijos del dirigente cubano anticastrista Jorge Mas Canosa, quien amasó una fortuna tras exiliarse en Florida en la década de 1960.
Con el fichaje del argentino Lionel Messi, el grupo inversor, con los hermanos Mas como accionistas mayoritarios, pretende un salto de calidad para Inter Miami CF, que debutó en la MLS en 2020 y solo en 2022 consiguió clasificarse a la postemporada tras ser sexto en la fase regular, aunque en los octavos de final fue eliminado del torneo al perder por 3-0 con New York City FC.