Mucha vida conecta a Gerardo Martino con Lionel Messi. Los dos son argentinos, nacieron en Rosario y se criaron futbolísticamente en Newell’s Old Boys. Mientras el entrenador, de 60 años, fue campeón como jugador y técnico de ese equipo representativo de media ciudad, el crack, de 36, destacó ampliamente en las divisiones infantiles de esa institución, a punto tal que en 2000 emigró con su familia a España para recalar en las filas de Barcelona y dar inicio a una extraordinaria carrera.

Veintitrés años después de aquel momento, «Tata» y «La Pulga» se reunirán por tercera vez en un equipo de fútbol por iniciativa de Inter Miami CF, que los ha elegido para un proyecto que promete revolucionar la Major League Soccer (MLS), en la que el entrenador ya ha tenido una exitosa experiencia de dos temporadas y un título (2018) con Atlanta United  FC.

En julio de 2013, tras la salida de Tito Vilanova, Barcelona necesitaba un técnico que tomara las riendas de un riquísimo plantel que acababa de sumar la calidad del brasileño Neymar. Recomendado por Messi, el equipo español contrató a Martino, quien había sido campeón un año antes con Newell’s Old Boys.

La experiencia fue agridulce ya que solo aportó una estrella a Barcelona, la Supercopa española. Pese a haber llevado al club azulgrana a protagonizar el mejor arranque de Liga de su historia (siete victorias en igual número de partidos), el equipo de Martino fue eliminado de la Copa del Rey y de la Liga de Campeones, y en mayo de 2014, tras perder en la última jornada la posibilidad de ganar el torneo, el técnico confirmó que se marchaba del banquillo culé.

Tras el Mundial de Brasil, en 2014, los rosarinos volvieron a unir sus caminos en la selección argentina, con la que Martino obtuvo algo más del 73 por ciento de efectividad en puntos después de dirigir al equipo albiceleste en 29 partidos, pero no pudo ganar ninguna de las dos finales de la Copa América a las que llegó en 2015 y en 2016. Chile, en la tanda de penales, fue su verdugo en ambas ocasiones.

Martino y Messi unieron por segunda vez sus caminos en la selección argentina.

Golpeado por esa última derrota, justamente en Estados Unidos, Messi tomó la decisión de renunciar a la selección, a la que volvería tiempo después. Su ciclo algo debilitado y un tiempo de cierta acefalía en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) llevaron a Martino a renunciar a la Albiceleste en julio de 2016.

«Tata» tiene una sólida carrera como técnico. En Argentina, además de Newell’s Old Boys, cuyos hinchas lo consideran entre los cinco máximos ídolos históricos, dirigió a Almirante Brown de Arrecifes (por entonces en la Segunda División), a Platense, a Instituto de Córdoba y a Colón de Santa Fe. Es toda una celebridad en Paraguay, donde acreditó exitosos pasos por Libertad, Cerro Porteño y la selección de ese país, a la que llevó hasta los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010 y a la final de la Copa América 2011.

Tras marcharse de Atlanta United FC, fue contratado para dirigir a la selección de México, en la que permaneció, en medio de fortísimas críticas, hasta su eliminación en la primera ronda del reciente Mundial de Qatar. Justamente, su equipo compartió grupo con la Argentina de Messi, autor de uno de los dos goles en la victoria del conjunto sudamericano por 2-0.

En abril pasado, Gerardo Martino rechazó una tentadora posibilidad para hacerse cargo de Boca Juniors y hace semanas, cuando descansaba en Rosario, apareció la oferta de Inter Miami CF, que acaba de presentarlo como su nuevo entrenador y que propiciará un nuevo encuentro con el astro. Ambos escribirán su Capítulo 3.

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