Messi pequeno

Rosario, una ciudad vibrante situada en la provincia argentina de Santa Fe, es famosa por tres de sus pasiones: el fútbol, la música y la cultura. En medio de este telón de fondo de fervor y talento, nació hace 36 años el prodigio Lionel Messi, cuya historia es un testimonio de determinación, talento innato y un entorno familiar excepcional.

Cuando los libros -los que se han escrito y los que se escribirán- cuenten sus comienzos y las razones que lo llevaron a dejar su querida Rosario, no podrán evitar sumergirse en el corazón de su infancia y en las personas que moldearon su camino hacia la grandeza.

El hogar de los Messi, en el modesto barrio de Las Heras, fue el epicentro de su pasión futbolística. Allí, Lionel creció rodeado de una familia amorosa que cultivaba su amor por el deporte. Su abuela Celia fue una influencia fundamental en su vida temprana. Con un amor incondicional por su nieto, solía repetirle: «’Lío’, siempre juega con alegría, porque el fútbol es el regalo más hermoso que tienes». Esas palabras resonaron profundamente en el corazón del joven y se convirtieron en su mantra.

Pero más allá de su entorno familiar, Messi también encontró apoyo en su entrenador juvenil, Adrián Coria. Fue este técnico, que lo dirigía en Newell’s Old Boys, quien descubrió su destello de genialidad y se dio cuenta de que tenía un diamante en bruto en sus manos. «Desde el primer día que lo vi jugar, supe que era especial», afirmó. «Lionel tenía una habilidad innata para leer el juego y una destreza técnica que era excepcional para su edad», destacó.

Coria, el argentino que entrenó a Messi en su etapa juvenil en Newell’s Old Boys.

A medida que Messi crecía y su talento se desbordaba, el mundo del fútbol comenzó a notar sus virtudes únicas. Los ojeadores de uno de los clubes más grandes de Argentina, River Plate, se acercaron a él con una tentadora oferta para unirse a su academia juvenil. Sin embargo, sus padres tomaron una decisión difícil pero crucial: dejar su amado Rosario y emigrar a España. Esta elección marcó un punto de inflexión en su vida y su carrera, pero ¿cuáles fueron las razones detrás de su partida?

En palabras de su padre, Jorge Messi, la decisión se tomó con el objetivo de brindarle a su hijo mayores oportunidades y una plataforma más grande para desarrollar su talento. «Sabíamos que Lionel necesitaba desafíos más grandes y una competencia más intensa para crecer como jugador», confesó en una entrevista íntima. «Fue una decisión difícil, pero siempre estuvimos convencidos de que era lo mejor para él», sostuvo.

La letra chica de la historia revela que Jorge Messi decidió llevarse a «Leo» al Barcelona español, después de que Newell’s se negara a pagar un tratamiento médico que el incipiente crack necesitaba por una enfermedad hormonal que le habían diagnosticado de niño. «Usted sabrá lo que hace», respondió al padre del jugador Roberto Puppo, por entonces coordinador de las divisiones juveniles del club rosarino, al enterarse de la noticia.

Jorge Messi sabía lo que hacía. Aquel año 2000 fue el inicio de la gloriosa etapa de «La Pulga» en Barcelona, club con el que consiguió nada menos que 35 títulos, entre ellos 10 de Liga y cuatro de Champions League, y que lo catapultó a la cima del mundo del fútbol.

Su ciudad natal, sin embargo, siguió instalada en lo más profundo de su alma. Para Leo Messi, como dice el cantautor argentino Fito Páez, «Rosario siempre estuvo cerca».

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